ZIRKUN ZIRKO

COMPAÑIA ZIRKUN ZIRKO

“¡¡Por el circo todo!! vives en una furgo, haces semáforos…todo”
UNA VISION Y UN SUEÑO
Todo comenzó con una visión precedida por un sueño.
LA VISION, la primera vez que vi un Encuentro de circo. Y fue en Hondarribia…Con tan solo veinte años me traslade allí a estudiar un grado en Actividades Fisico Deportivas en el medio natural, y un día caminando en lo que iba a ser un día cualquiera, me di de bruces con una fiesta de malabaristas. ¡ desde entonces sé que las casualidades no existen!
Hoy en día estoy acostumbrada en participar en festivales circenses de más de cinco mil artistas , pero en aquel entonces, hace veinte años, cien fueron suficientes para dinamitar mi vida.
Dicen que una imagen vale más que mil palabras. Y así es, esa visión fue suficiente para inyectar la magia del circo en mis venas y revolucionar mi presente: Equilibristas sobre bolas gigantes, monociclistas dando saltos en muros, mil malabares de colores danzando libres al viento, adult@s jugando , compatiendo un mismo idioma.El que sin duda alguna , quise aprender sin dudarlo.

Comencé entonces mi andadura en La asociación de Malabaristas Jaxenolaf de Hondarribia. Compartí con ellos jornadas enteras , juegos, entrenos. Viajábamos de un lugar a otro, a concentraciones de artistas circenses, malabaristas, acróbatas, equilibristas.Era una fiesta, una locura .Decidí entonces que iba a estudiar circo.
Y es ahí donde aparece EL SUEÑO
Mi mayor sueño se convirtió en cursar estudios de Formación Profesional en Artes Circenses en una escuela de Circo. Y elegí La Escuela de Circo Carampa de Madrid.
Arrample con mis bártulos y me planté allí.Curse distintos cursos preparatorios: clown, malabares, equilibrios, danza contemporánea, …pero con tan solo veintidós años mi persona no estaba formada para poder con todo lo que conllevaba: Sin referentes, el coste económico, presión social y emocional, y el aguante físico.
Por lo que decidí vivir el circo de otra manera. Viví en Chile, Argentina, Toulouse, Girona..Viaje de un lado a otro, realizando cursos de circo en sus diferentes Escuelas Circenses. Aprendí a trabajar como payasa en calles y semáforos.Me preparé bien, y un día volví a por mi sueño.
Con veintisiete años plante mi furgoneta otra vez a los Pies de La Carpa de Madrid. Realice los exámenes de acceso para La Formación Circense de tres años, pero no me seleccionaron por ser “demasiado mayor”. Un duro golpe, la verdad. Pero un golpe que después se convirtió en mi fortaleza, mi mayor enseñanza, en mi “darlo todo por el circo”. En aprender que si quieres puedes, que la ilusión es lo que te mantiene vivo, y que cuando te caes y te vuelves a levantar, uno se levanta más fuerte y aún con más ganas.
Me quede un año entero cursando más cursos preparatorios: mástil chino, trapecio, tela, acrobacias de suelo. Aprendía a andar en un monociclo Jirafa, aprendi a lanzar cuatro mazas al aire y me volví a presentar a las pruebas un año después.¡si! Así lo hice. ¡Persistí, trabajé duro, me ilusione y lo conseguí!¡conseguí entrar en el añorado curso!
Me titulé, viví tres años en una furgoneta. Donde en los días más fríos al agua le salían hielos, aprendí a no tener miedo a las noches sin techo de piedra, a cocinar sin ponerme de pie, a dormir y desayunar con guantes y gorro, a ducharme en los prefabricados fríos de la carpa, a acostumbrarme a las heridas en las manos y corvas por el roce de las telas y el trapecio, a despertarte con los brazos dormidos por el agotamiento muscular, a levantarme a las cinco de la mañana para ir al semáforo, a no quejarme en los días de frio cuando en el semáforo de malabarear sin guantes me salían sabañones( recuerdo inventarme mil excusas en las comidas familiares para encubrir estas heridas ) . Y lo mejor de todo, aprendí a saborear lo que realmente importa y lo vivo y fuerte que uno se siente cuando persigue sus sueños y hace caso al corazón. Y también a superarme por qué gracias al circo aprendes que una caída siempre es una nueva oportunidad y con cada truco nuevo que consigues , que con esfuerzo¡ nada es imposible!.
Y esa soy yo, una persona normal, pero con mucha mucha ilusión, ¡motivación máxima suele decir un amigo mío!
Hoy en día sigo apasionada con el mundo del circo. Es para mí un modo de vida. Sigo emocionándome como una niña al ver malabares al aire, pero ahora soy yo la que los lanzo. Sigo sintiendo cosquilleo en mis tripas cuando veo un artista en el trapecio y ahora también lo siento yo desde lo alto. Y me encanta compartir con los niñ@s está pasión y sentir que los ayudo. ¿Y por qué no?, también me gusta soñar con que algún día alguno de ellos quiera hacer una carrera de circo y poder hacer que sus pasos sean más fáciles y livianos pero con las suelas tan gastadas de ilusión y pasión como las mías.

EN BUENA COMPAÑIA…
En nuestra familia de Zirkun Zirko te encontrarás con técnic@s ,profesor@s y monitor@ss enpatic@s, profesionales, responsables, sensibles y divertidos.
Todos compartimos un proposito de vida: “Poder hacer el mundo más bonito, compartir nuestra alegría y esfuerzo y trabajar para ayudar tanto a niñ@s como adultos a ser más felices”

CONTACTA CON NOSOTR@S

Escuché a un artista de circo decir que dedicarse al circo de manera profesional, era casarse con el circo. Aquel día esas palabras me hicieron reír. Hoy, no solo las entiendo, sino que las comparto y las siento cien por cien.